Atanasio Tzul

Atanasio Tzul fue uno de los lideres del levantamiento colonial indígena de Totonicapán en 1820. 

Atanasio Tzul, y su compañero, Lucas Aguilar, encabezaron en 1820 el levantamiento colonial indígena de mayor trascendencia en el territorio conformado por los actuales países centroamericanos. El levantamiento se centró en la cabecera de la Alcaldía Mayor de Totonicapán, y estuvo íntimamente ligado con el proceso de la independencia centroamericana, los conflictos entre conservadores y liberales de la época, y la formación del Estado de los Altos.

Según la historia oral del pueblo de San Miguel Totonicapán, Tzul era originario del Cantón Paquí, ubicado a unos pocos kilómetros al oeste del centro de San Miguel Totonicapán y, según un padrón del pueblo, en 1825 era dueño de una casa y formaba parte de una familia de jaboneros que habitaba en el Barrio Linkah.

El levantamiento de 1820 mostró la pérdida del control español en Los Altos de Guatemala, manifestada en el rechazo repetido de los pueblos indios al pago del tributo desde su reestablecimiento en 1816. En 1820, los indígenas de San Miguel Totonicapán, con el apoyo directo de los pueblos vecinos de San Cristóbal Totonicapán, San Francisco El Alto y Momostenango, lograron destituir, por unas semanas, al Alcalde Mayor José Manuel Lara de Arrese, e imponer su propio gobierno. Tzul fue sin duda la figura más representativa del movimiento y, según algunas fuentes contemporáneas, la vox pópuli y algunos historiadores, fue proclamado rey.

Aunque no se descarta completamente la posibilidad de que haya sido coronado, resulta más probable que fuera nombrado gobernador durante una ceremonia oficial que los líderes del movimiento organizaron, haciendo propias las órdenes que el Jefe Político había girado a las autoridades locales, para celebrar el restablecimiento de la Constitución de Cádiz de 1812 y con ello, la eliminación del tributo. De cualquier manera, durante aproximadamente veinte días, entre el 9 de julio y el 3 de agosto de 1820, Tzul actuó como el representante más destacado del gobierno indígena, aunque el macegual Lucas Aguilar desempeñara un papel de igual, o posiblemente de mayor envergadura, en la toma de decisiones al interior del incipiente gobierno regional.

Después de que el movimiento sufrió una represión brutal a manos de aproximadamente mil milicianos ladinos de la región de Los Altos, Tzul y otros líderes fueron encarcelados en Quetzaltenango, donde permanecieron hasta principios de marzo de 1821, cuando fueron liberados después de una manifestación de mujeres y hombres totonicapenses en la capital del reino. A finales de marzo de 1821, Tzul, Aguilar y otros líderes recién liberados, viajaron de Totonicapán a la cárcel de Quetzaltenango para exigir la excarcelación de otros de sus compañeros que permanecían aún en prisión.

La importancia de Atanasio Tzul reside en que encarna, como ningún otro personaje, con la excepción de Tecún Umán, la participación de los indígenas en la creación de la historia guatemalteca, a través de un papel activo en los conflictos de aquella época, definiendo así el rumbo político de su país. Aún vencido, el movimiento, inicialmente encabezado por Tzul y Aguilar, mantuvo su relevancia durante los siguientes veinte años y, desde una posición de relativa debilidad (con la que siempre han participado los pueblos indígenas en América Latina) impactó el destino del istmo a través de su papel primordial, por medio de la resistencia al tributo y la participación militar en apoyo a Carrera, en la desaparición del Estado de los Altos en 1840.