Blasón heroico

Frente al guerrero yérguese el guerrero,

uno es blanco y viril, el otro rudo;

aquel, se viste de fulgente acero

y el otro muestra el corazón desnudo.

Se traba entre los dos combates fiero;

pero el campeón de los quichés no pudo,

de fina lanza contra el golpe artero

más que poner su pecho por escudo.

Cayó el indio a los pies del castellano

y así el grupo quedó… hasta que un día

lució la libertad en suelo indiano.

Y en símbolo de paz que el indio inmola,

sobre el acero que a Tecún hería

tendió el Quetzal el iris de su cola.

Autor: Carlos Wyld Ospina

Tomado del libro: Poemas escogidos para niños.

Autor: Francisco Morales Santos