¡Ninja acuático!

¿Sabía que la patada del camarón mantis es tan fuerte y rápida que puede hacer un agujero al duro caparazón de una tortuga, un caracol o hasta romper el vidrio de un acuario? Sí, este pequeño camarón que apenas mide 18 centímetros de largo, tiene un golpe súper potente.

Su patada puede alcanzar una velocidad de hasta los 100 kilómetros por hora, ¡como una bala! Y tanta velocidad causa cavitaciones, genera calor, y un destello de luz. La velocidad del impacto es posible gracias a una especie de resorte y de palanca que tiene en sus patas y que libera la energía almacenada en poco tiempo. Este resorte en forma de montura puede acumular enormes cantidades de energía sin romperse cuando se comprime. Por eso cuando el camarón mantis quiere atacar sólo tiene que liberar dicho resorte, así es capaz de romper algo tan duro como el caparazón de un caracol para alimentarse.

Se conocen casos en los que algunos camarones mantis han roto vidrios de acuarios, ya que al llegar a la esquina, toparse con la pared de vidrio y sentirse atrapados, lo único que hacen es atacar, como lo harían con una víctima.