¿Cómo centrar el aprendizaje en los niños?

¿Cómo centrar el aprendizaje en los niños?

En la actualidad, los docentes hablan mucho de la enseñanza constructivista y de la importancia de mediar el aprendizaje de los niños con contenidos pertinentes y adecuados al contexto que viven.

Sin embargo, al momento de poner en práctica los principios que suponen dichas teorías, muchos encuentran tropiezos porque no saben como concretarlas en el aula. Entonces prefieren continuar con las formas de enseñar que aprendieron durante su formación, muchas de las cuales ya son obsoletas y responden poco a las necesidades y formas de aprender de los estudiantes.

Cómo mejorar el desempeño docente aplicando el constructivismo y la mediación

Las figuras clave del constructivismo son Piaget y Vigotsky. Ambos afirman que el aprendizaje se logra cuando la persona interactúa con objetos (Piaget) o con personas (Vigotsky) de manera dinámica y participativa. Esto le permite descubrir y construir nuevos conocimientos y formas de actuar.

Vigotsky considera al niño un sujeto resultado de su historia, donde el lenguaje desempeña un papel esencial. Afirma que el conocimiento surge de un proceso de interacción entre la persona (incluida su cultura) y el medio físico (naturaleza, ciudad).

Si los niños aprenden así, el docente debe proponerles actividades llenas de posibilidades de interactuar entre ellos, con sus libros, su maestro y su entorno.

Se podría citar como ejemplo cuando en la clase de lenguaje se enseña la comunicación a través del dialogo. Se debe tomar en cuenta que los niños ya traen experiencia de sus hogares. Puede empezar preguntándoles como dialogan en casa, y que pasos y normas siguen. Luego, concluya con las normas que hayan dicho y otras que usted aporte. Lo que en realidad posibilitará el nuevo aprendizaje es practicar cómo dialogar respetando la normativa: hablar con claridad, esperar el turno, escuchar al otro, preguntar dudas y ver al otro a los ojos, entre otros. Para lograrlo, se pueden proponer ejercicios de dialogo que culminen con una reflexión acerca de cómo lo hicieron: ¿Escuchó al otro? ¿Respeto sus ideas? ¿Esperó su turno? Esto les permitirá autoevaluar su desempeño.

Al ver el aprendizaje así, no será necesario preguntarse acerca de la utilidad de otras prácticas tradicionales como el dictado, las planas y el aula, en donde el niño calla y el maestro habla.

Aplicar el constructivismo y la mediación en el aula implica que el docente se convierta en facilitador del aprendizaje. Implica proponer a los estudiantes actividades que:

1. Permitan conectar sus conocimientos previos mediante preguntas u otras formas.

2. Posibiliten la interacción con libros, materiales, juegos, otros niños y el medio físico para que desafíen su pensamiento y les permitan aprender más.

3. Ayuden a reflexionar sobre lo que han aprendido y cómo lo han logrado.

Colaboración: Lcda. Marlene Grajeda de Paz, Organización de Estados Iberoamericanos -OEI- Guatemala