5 Mitos que nos han contado los dibujos animados sobre los animales

 

 

1. A los ratones les gusta comer queso. Esto es totalmente falso, de hecho no les gusta el queso y algunas clases les pueden parecer desagradables por los fuertes olores y ellos tienen un olfato muy sensible. Los ratones prefiere granos, frutas y cosas dulces, aunque hay otros que comen insectos y animales pequeños.

 

 

2. Los avestruces esconden su cabeza bajo la tierra ante cualquier peligro. Las avestruces nunca entierran su cabeza ante el peligro, al contrario de eso tienen bastantes “armas naturales” para defenderse: pueden correr hasta 90 km/h alejándose de sus depredadores, y la patada de un avestruz puede matar a un león. El mito surgió porque las avestruces escarban en la tierra para buscar alimento y para enterrar sus huevos.

 

 

3. Los perezosos caminan mucho. Aunque Sid  es un personaje muy querido las películas de la Era de Hielo, la verdad es que su comportamiento es muy diferente de lo que en realidad era un perezoso terrestre, actualmente extinto. El más grande de los perezosos terrestres prehistóricos crecía hasta el tamaño de un elefante moderno y se alimentaba de arbustos y de hojas de las ramas bajas de los árboles. Actualmente, los únicos descendientes que existen son pequeños perezosos arborícolas que pasan la mayor parte de su vida montados sobre las copas de los árboles y son tan lentos que sólo alcanzan una velocidad de ¡0.2 km por hora!

 

 

4. Los toros persiguen el color rojo. Este es un mito más que fomentaron los dibujos animados, aunque no fueron ellos los que lo originaron. En realidad los toros no pueden distinguir entre un atuendo, un pañuelo o una capa de color rojo, azul, negro o verde. Lo que en realidad les llama la atención es el movimiento que hacen los toreros.

 

 

5. El correcaminos es más veloz que el coyote. En la vida real el correcaminos no es más veloz que el coyote. El correcaminos alcanza apenas una velocidad de 32 Km/h  y el coyote una de 69 km/h.

¿Que te pareció? Ahora ya sabes que no todo lo que sale en los dibujos animados es totalmente cierto.