¿Accidentes o grandes inventos?
¿Alguna vez te has preguntado cómo surgió la idea de crear cada cosa que conocemos y utilizamos? Pues resulta que muchos inventos, no fueron pensados desde el principio tal como existen, sino que son claros ejemplos de lo que se conoce como un golpe de suerte que resultó ser muy exitoso. Aquí te contamos algunos casos así.
El slinky: en realidad en 1943, el ingeniero naval Richard James intentaba crear un resorte capaz de sostener y estabilizar equipos delicados en los barcos cuando uno de sus ligeros resortes cayó por las escaleras. Y entonces se dio cuenta del potencial que tendría como juguete.
Las papalinas: en 1853 un cliente muy exigente en un restaurante de Nueva York, Estados Unidos, pidió un plato de papas a la francesa, especialidad del chef George Crum. Pero el comensal consideró que las papas estaban demasiado gruesas para su gusto y rechazó el plato. Entonces Crum preparó otra porción de papas más finas, pero tampoco fueron del gusto del cliente y volvió a rechazarlas. Esto hizo que el chef se enfureciera y decidiera hacer una papas fritas tan finas y crujientes que ni siquiera pudieran pincharse con el tenedor, les puso mucha sal y “vóila” otro cliente satisfecho. La receta fue halagada por críticos culinarios, se convirtió en todo un éxito y en uno de los productos más consumidos en espectáculos públicos igual que los poporopos.
Los fuegos artificiales: en una ocasión carbón, salitre y azufre cayeron en una caña de bambú, se comprimieron y al exponerse al calor del sol explotaron. Esto sucedió hace más de 2000 años en China y hoy en día siguen siendo todo un éxito en grandes celebraciones y espectáculos.
Los rayos-x: en 1895 el físico alemán Wilhelm Röntgen experimentaba con unos tubos de rayos catódicos, que son corrientes de electrones observadas en tubos de cristal. Estaba colocando diversos objetos frente a los rayos cuando vio su propia mano proyectada.
¡Qué grandes accidentes! ¿No crees?