Comer sano también puede ser divertido y delicioso. Las frutas, vegetales, cereales, carnes y leche son alimentos que te proporcionan toda la energía y nutrientes que necesitas para crecer, estudiar, hacer deporte y por supuesto, jugar.
A tu edad, es importante que comas cinco veces al día: desayuno, refacción de la mañana, almuerzo, refacción de la tarde y cena; y que en los platillos incluyas alimentos de todos los grupos: lácteos, frutas y verduras, harinas, cereales, legumbres, carnes, huevos y grasas. Esto mantendrá tu metabolismo al 100% y activo tu sistema de crecimiento. Un niño no debe tener restricciones alimenticias, salvo alguna indicación de un médico.
Probar es la clave
Todos tenemos gustos diferentes y los sabores de los alimentos no siempre pueden parecernos agradables. El secreto está en probar de todo un poco para determinar qué sabores y platos nos agradan más. Si hoy comes algo que no te parece muy rico, espera algunos días y pruébalo preparado de una manera distinta, seguro ya no te resultará tan mal. Recuerda que en la cocina también se vale utilizar la creatividad y experimentar con distintas combinaciones.
Practica con tus papás
Comer es una de las actividades que se comparten en familia, así que es importante que platiques con tus papás y te involucres en la compra y preparación de las recetas. Aquí te damos algunos consejos:
- Antes de ir al supermercado, decidan entre todos los menús de la semana y aporta ideas para tus refacciones del colegio. Recuerda que debe ser algo nutritivo, como las frutas o el yogurt.
- Ayuda a tu mamá en la elaboración de la comida y sírvela de una forma creativa, esto hará que tengas más ganas de comerla cuando la veas.
- Busquen juntos diferentes recetas y prueben nuevos sabores para variar lo que comen cada día.
- Diles a tus papás que no utilicen la comida como premios o castigos.
Fuentes: Karla Andrea Carrillo, nutricionista. Comida rápida para niños de Anne Wilson.