Dos pericas en apuros
Había dos pericas traviesas que vivían en un bosque con una anciana. En una ocasión, encontraron un perro que venía corriendo y al verlas se detuvo y dijo:
-¡Aléjense, un leñador me persigue!
-No tenemos miedo nosotras podemos huir del leñador con nuestras alas – dijeron las pericas. -Bueno, pero recuerden que se los advertí -dijo el perro- y desapareció entre la maleza.
Al momento, las pericas escucharon a alguien que gritaba: ¡Max!, ¿dónde estas?
Ellas se escondieron entre un árbol, pero de pronto sintieron cómo el leñador derribaba el árbol donde ellas estaban. el leñador tomó a las pericas y las metió en un saco.
Cuando las pericas vieron la luz, estaban en una cabaña con las paredes llenas de animales disecados. El leñador puso a las pericas en una jaula.
-Les advertí y no siguieron mi consejo, veré si puedo encontrar a su ama -dijo el perro.
Max y la anciana hicieron un plan. La anciana tocó la puerta de la casa del leñador y le ofreció pan con mermelada, mientras Max tomó las llaves de la jaula y dejó a las pericas en libertad.
Cuando el leñador buscó a las pericas, era demasiado tarde, sólo quedaba una pluma verde en la jaula.
Para celebrar, las dos pericas, las ancianas y Max disfrutaron del pan con mermelada, lejos del leñador.
Alejandro Chavarría
Adaptación 221 palabras