El país del colorín colorado

El país del colorín colorado

Había un país muy bonito en donde las flores amarillas, blancas y celestes se volvían coloradas. Las mejillas de los niños parecían manzanas y la de los padres parecían melocotones, pues todo era colorado como los tomates y las fresas.

Sólo un niño era pálido, porque no comía lo que sus papás le daban.

Todos los días, su mamá le servía remolacha para que tuviera fuerza, espinaca para que fuera robusto y tomates frescos para mantenerlo sano. El niño siempre estabas pálido porque, en secreto, le daba a su perro todos los alimentos colorados.

El niño empezó a enfermarse cada vez más, mientras el perro cada día tenía más color. Una mañana, el niño no tuvo fuerzas para correr en el recreo y, la mamá angustiada lo llevó al doctor. Él le explico que si no comía lo que su mamá le preparaba con amor, su cuerpo no tendría energía y sus mejíllas no tendrían color.

Fue así como el niño aprendió la lección, y colorín colorado, este cuento ha terminado con un niño bien alimentado.

Dora Gladys Tórtola Quilo

176 palabras adaptación.