El trompo bailarín

El trompo bailarín

Un día que jugaba pelota en el parque encontré un trompo entre la hojarasca. Lo limpié, lo lleve a mi casa y busqué entre todos mis juguetes una cinta para poder bailarlo.

Al girar, el trompo empezó a brillar y pronto su destello mostraba luces de diferentes colores. Ante mis ojos se abrió una gran puerta de oro que me condujo a una habitación llena de juguetes. Mis ojos no podían creer todo lo que observaban, había aviones de control remoto, pelotas de todos los deportes, patinetas y carros. Jugué con varios niños que también tenían trompos y se transportaban todas las tardes a ese mágico lugar.

Luego de varias horas, escuché que mi papá llegaba de trabajar y quise saludarlo, entonces regresé a mi casa y guardé el trompo en un lugar secreto. Ahora ya tengo más amigos, porque cada día, más niños y niñas llegan a ese lugar, gracias a su trompo bailarín.

Josué Aarón Monroy Quiroa

Adaptación 155 palabras