El zapato perdido

El zapato perdido

Daniel siempre perdía sus cosas porque no las guardaba en su lugar, era desordenado.

Cierto día se realizarían las pruebas físicas para escoger a los integrantes de la selección de fútbol de la colonia.  Buscó sus zapatos y al no encontrarlos le preguntó a su mamá: -¿has visto mis tenis azules? -No, pero tu abuelo debe saber dónde están, -dijo la mamá.

El abuelo le respondió: -Tu primo se los llevó al campo de fútbol.

Daniel corrió hasta el campo, pero el primo le dijo: -Tu papá se los llevó.

Cuando llegó al taller donde trabajaba su papá, él le dijo: -¡Claro que los vi! Los dejaste en un rincón de la sala.

El niño regresó corriendo a la casa, encontró los tenis, se los puso y corrió al campo. Llegó tarde pero todavía lo dejaron participar.

Mientras el entrenador daba el nombre de los seleccionados, Daniel pensaba que si hubiera dejado los tenis en su lugar habría llegado a tiempo y menos cansado. De pronto, ¡sí!, ¡llamaron a Daniel! Era el jugador número once de la lista.

Ese día regresó a su casa, dejó los tenis en la zapatera y aprendió que cada cosa debe guardarla en su lugar.

Héctor Fernando Cuyún Monterroso

Adaptación 185 palabras