En menos de lo que canta un gallo
En menos de lo que canta un gallo
Estela regresó a la granja orgullosa de haber comprado un gallo blanco. El vendedor que se lo ofreció le afirmó: «Sí lo compra, otro gallo les cantará y la granja mejorará».
Al verlo, la abuela dijo: «¡Estela, te engañaron, pues los gallos blancos son aves de mal agüero!».
Aquel gallo con cresta de corona quedó arrinconado en el gallinero y las cosas en la granja empeoraron.
Una madrugada Estela salió al corral. Todas las gallinas dormían, menos el gallo blanco. Ella lo acarició y le dijo «Canta al amanecer para alegrar mi corazón».
Al comenzar el alba, el canto del gallo despertó a todos en la granja. El Sol, animado, brilló más, las alegres gallinas pusieron más huevos y el clima cambió. Hasta los dolores de la abuela desaparecieron, porque la alegría tiene virtudes curativas.
En menos de lo que canta un gallo la granja mejoró y el gallo blanco recuperó su gallardía.
Estela Pérez
Adaptación 153 palabras