Fortalezca una sana convivencia en el aula

Fortalezca una sana convivencia en el aula

Cada inicio de clases nos llena de muchas expectativas e interrogantes: ¿Como lograr una buena empatía con nuestros estudiantes? ¿Como conseguir que todos se sientan integrados en el salón de clases? ¿Como tener un ambiente agradable y armonioso? ¿Como ser eficaces en el proceso de enseñanza-aprendizaje?

Ha quedado atrás la idea de que los profesores estamos en un salón de clases para transmitir una materia o contenido; debemos tener presente que nuestra labor puede compararse con un director de orquesta que guía, orienta y dirige a sus músicos para lograr las notas de una bella melodía. Como docentes, debemos lograr que nuestros alumnos se esfuercen por aprender y que las relaciones que se dan entre ellos y sus profesores sean armoniosas. Por lo tanto, el profesor debe cuidar que todas las actividades se desarrollen en las mejores condiciones de orden y eficacia.

Recuerde que la labor del profesor es esencial, su personalidad impacta en la vida de sus alumnos. Por ello es importante reflexionar sobre dos puntos esenciales que puedan crear y fortalecer una sana convivencia en el aula:

A. Competencia profesional: esto conlleva a dominar la materia, a preocuparse por su perfeccionamiento profesional, a saber programar, aprovechar al máximo el tiempo, motivar, ayudar adecuadamente a cada uno, según sus necesidades, a saber hacer, saber qué hacer e indicar qué hacer, ser ordenado y exigir orden. Aspectos que debe evitar: demorarse en el comienzo o terminación de sus clases, descontrolarse delante de sus alumnos, atrasar la devolución de deberes o entrega de calificaciones, actuar con precipitación, abordar delante de todos asuntos privados con algún alumno, criticar el trabajo de otros profesores.

B. Amor a los alumnos: la actitud amistosa, paciente y comprensiva con todos sin distinción, manifiesta en si su vocación docente. El trato con cariño y respeto a los alumnos es el resultado de vivir virtudes tales como justicia, comprensión y optimismo. si debe corregir, lo hará cuidando el tono humano, considerando que todos poseemos esa capacidad de rectificar y ser mejores personas.

El profesor, como líder, conduce a sus alumnos hacia la formación de buenos hábitos de trabajo y convivencia. Procura un ambiente cordial, sereno y alegre, es mostrar en pocas palabras, el amor a su vocación.

Colaboración Lcda. Sonia R. de Méndez, Maestría en Valores, Universidad del Itsmo