La Monja Blanca regresará a los bosques de Cobán

Así describen estas estrofas de Adrián Ramírez a la Flor Nacional de Guatemala, la Monja Blanca, y aunque fue precisamente su rareza lo que motivó su selección para representar la flora de Guatemala, es también eso lo que ahora hace que esta flor esté extinta.

 

La Lycaste virginalis forma alba Archila & Chiron, comparte similitud con otras orquídeas rosadas de su misma especie, la única diferencia es que carece del pigmento rosado, lo que la hace blanca, algo similar a lo que sucede en el caso de los humanos y los niños albinos.

 

Desde hace ya algunos años, fue declarada extinta porque no se ha reportado el avistamiento de ningún ejemplar en su hábitat natural desde 1992 aproximadamente, esto por diferentes causas, entre ellas su difícil reproducción y su extracción de los bosques para venta.

 

El científico Fredy Archila, quien recientemente tuvo el honor de participar en el acto de cambio de la rosa de la paz en el Palacio Nacional de Guatemala, donde también fue nombrado Embajador de la Paz, anunció la puesta en marcha de un programa que ha venido trabajando durante muchos años: la reintroducción de la bella Monja Blanca a bosques de Guatemala, con el fin de que pueda reproducirse de forma libre. Para ello ha trabajado en la reproducción in vitro y siembra de semillas, de las cuales ha logrado obtener plantas que muy pronto regresarán a embellecer los bosques de Guatemala.

 

El científico ha dedicado su vida a estudiar diferentes especies, especialmente las orquídeas, por lo que desde hace varios años y gracias a sus descubrimientos, el nombre científico de la Monja Blanca lleva su apellido, pues él y otro científico de origen francés lograron asignarle el nombre correcto.

 

En su proyecto familiar, iniciado por su padre hace 48 años, recupera especies que encuentra en los bosques y evita que otros las talen, las cuida y busca reproducirlas para preservarlas. Ha logrado identificar más de 1300 especies en Guatemala.

 

El fin principal de su esfuerzo es conservar la especie para las futuras generaciones, para que muchos niños conozcan en forma real, la flor que representa la flora de Guatemala.