La oruga Manuela

La oruga Manuela

Cierta vez, Manuela se lamentaba diciendo: «Ya me cansé de ser oruga, quiero ser mariposa».

Sabio, el sapo, la escuchó y le dijo: -Manuela, ¿has probado las hojas de arveja? ¿Has charlado con los grillos que pasan por tu casa?

-No- respondió Manuela.

-¿Te das cuenta de todo lo que te has perdido por querer convertirte en mariposa?

-exclamó sabio.

Manuela pensaba en todo lo que le hacía falta vivir y cuando caminaba a su casa se quedó dormida en la corteza de un árbol.

Días después, Manuela despertó y extendió sus alas: ¡se había convertido en mariposa! quiso platicar con los grillos, pero como era tan grande, no pudo cruzar los matorrales. Quiso probar las hojas de arveja pero su boca no se lo permitió.

Manuela lamentó no haber disfrutado lo que su edad y tamaño le permitían antes, pero prometío que de ahora en adelante volaría hasta donde sus alas resistieran, tendría muchos amigos y probaría todas las flores que pudiera.

Evelyn Andrea Porras

Adaptación 163 palabras