Las cinco puertas

Las cinco puertas

Cada vez que la feria llegaba al pueblo, la atracción más visitada era la casa de espantos. José y sus amigos ya habían crecido y se estuvieron preparando para conocerla.

El día esperado llegó, y aunque tenían mucho miedo, todos se animaron a entrar. La puerta rechinó fuertemente, y se cerró de un solo golpe dejando a José y a sus amigos en total oscuridad. Todos gritaban al mismo tiempo y se abrazaban, pero siguieron caminando entre telarañas y oscuridad.

Llegaron a una habitación alumbrada por una vela. En ella había cinco puertas, que tenían que abrir para encontrar la salida. En la primera encontraron un cofre, al abrirlo un enorme payaso saltó lanzando una macabra carcajada y los asustó, todos gritaron al unísono.

La segunda puerta tenía ropa, y cuando la tocaron se desintegró. En la tercera puerta vieron espejos empolvados, al acercarse a ellos ¡aparecieron unos fantasmas! La cuarta puerta se abrió sola y de ella salieron tres gatos maullando asustados.

Los niños ya no querían abrir la quinta puerta, pero como querían salir, se animaron. Todos la abrieron a la vez, y aunque esperaban un susto más fuerte que los anteriores, por suerte en ella estaba la salida. Asustados, corrieron sin voltear hasta que se alejaron de la feria.

El siguiente domingo el abuelo de José invitó a los niños a la feria. Todos se miraron temerosos, luego soltaron unas carcajadas y gustosos se marcharon con el abuelo a enfrentar con valentía otra nueva aventura.

Jerson Xitumul

Adaptación 247 palabras