Los siete soles de mi vida
Hacía un par de días que nos habíamos cambiado de casa. Por las noches se escuchaban ruidos en el techo y pasos en el corredor… y mi hermano decía que había escuchado voces.
Los ruidos en la noche se volvieron más escalofriantes, hasta que papá decidió ver qué ocurría: resultó que mientras tratábamos de dormir, unos ratones hacían fiesta. nadie durmio esa noche pensando que un ratón podía amanecer acariciándole la cabeza.
Al otro día papá trajo, dos, tres, cinco… ¡siete hermosos gatos! Sus ojos parecían egipcios, y ellos le daban un toque oriental y exótico a la casa. Nunca notamos a qué hora los ratones huyeron despavoridos, pero con siete gatos era de esperarse.
Los mininos devolvieron la calma a la casa. Ahora juego con ellos todos los días, pues vinieron a darle tranquilidad a las noches y a alegrar mis días. ¡Desde ese entonces son los soles de mi vida!
Sofia Annette Alonzo
Adaptación 152 palabras