Los vestidos de la princesa Liza

Los vestidos de la princesa Liza

Liza era una princesa encantadora. Todas las personas que la conocían, la querían mucho y disfrutaban los momentos que pasaban con ella.

Liza tenía un defecto, ella siempre estaba preocupada por lo que iba a vestir cada día, le gustaba mucho usar ropa nueva.

Sus padres estaban preocupados, y decidieron no comprarle más ropa. Liza lloró mucho porque ella pensaba que la gente hablaría mal de ella y la dejarían de querer.

Tomasa, su dama de honor, era una niña muy sencilla y se acercó para consolarla. Tomasa le preguntó si alguna vez había notado que ella solo tenía 2 vestidos y eso no le quitaba la felicidad que sentía. Cada noche, Tomasa lavaba el vestido del día anterior y por la tarde lo planchaba para poderlo usarlo al día siguiente. Esto sucedía todos los días.

El secreto de Tomasa era estar siempre limpia, peinada y sonriente. De esta forma, la gente en lo que menos se fijaría sería en la ropa.

Liza decidió buscar los vestidos más hermosos de su ropero, le ragaló varios a Tomasa y otros los repartió entre las niñas más pobres del pueblo. Sentía mucha alegría cada vez que las niñas le sonreían en agradecimiento.

En los días siguientes, todas las personas veían más hermosa a Liza, porque sus ojos brillaban de felicidad. Ahora, Liza no tiene tantos vestidos, porque entendió que para ser feliz no es necesario estrenar ropa cada día.

Liza Marie Andreu Paiz

237 palabras Adaptación