Luis, el travieso

Luis, el travieso

Luis era un niño muy inquieto. Cierto día se le ocurrió jugar a ser mago. Tomó anilina morada y la mezcló con agua. Cuando tenía listo el tinte llamó a su hermano pequeño Fernando para que presenciara el hechizo, y con voz de mago dijo:

-¡Abracadabra! Con está poción, las flores cambiarán su color ¡ja, ja, ja!

Fernando no salía de su asombro, porque varios minutos después la flores cambiaron de color. El hechizo había funcionado.

Cuando la mamá llegó a la sala, notó algo diferente. Compuso la fotografía familiar, limpió el televisor y se fue.

Luis continuaba echando la poción mágica, mientras las flores se ponían más oscuras y fernando hasta escalofríos tenía del susto.

De pronto la mamá regresó y dijo: -¡Lo tengo! Las flores cambiaron de color-.

Luis no tuvo más remedio que contarle a su mamá lo sucedido y explicarle a Fernando el experimento.

La mamá le dijo: «Veo que te gustan los experimentos, por suerte tu hermano tiene que hacer uno de tarea y tú lo ayudaras».

Ahora Luis era el sonprendido y Fernando sonreía de alegría.

Hugo Gonzalo Zamora Set

Adaptación 182 palabras