Colección 2011 Fábulas de Esopo

Mercurio y el leñador

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August 13, 2012

Mercurio y el leñador

Había un leñador que estaba cortando madera en la ribera del río cuando se le cayó el hacha al agua.

Sumamente afligido se puso a llorar por su suerte porque era la herramienta de su trabajo.

El protector del leñador era Mercurio y cuando lo vio desconsolado se le apareció con un hacha de oro y le preguntó: «¿Es está tu hacha?».  El leñador con toda certeza le respondió: «No, esa no es mi hacha».

Entonces Mercurio se desapareció y luego le mostró un hacha de plata al leñador, a lo que este respondió: «Agradezco tu ayuda, pero esa no es mi hacha».

Mercurio se dio cuenta de la bondad de aquel hombre honrado que lo único que queria era recuperar su herramienta de trabajo para continuar con su labor. Convencido de ello, Mercurio le mostro un hacha de hierro mientras le preguntó por tercera vez: «¿Es esta tu hacha?».

El leñador contento afirmó que esa si era su hacha. Como premio a su honradez, Mercurio le regaló el hacha de oro y la de plata también.

El leñador se fue muy contento del río con las tres hachas y le contó a sus compañeros sobre su buena fortuna.

Uno de los leñadores que escuchó la historia quiso probar suerte, dejó caer el hacha y se puso a llorar. Como estaba previsto, Mercurio se apareció y le mostró un hacha de oro. Entonces el hombre cegado por la ambición, afirmó «Esa es mi hacha perdida».

Mercurio que conocía la impostura de aquel hombre, no le dio el hacha de oro ni le devolvio la suya.

Esopo

Moraleja

Sé honrado en todo momento.