Ramón y el hechizo
Ramón salió a escondidas de su casa. Sus padres le habían advertido que sí desobedecía, algo le podría suceder.
Cuando caminaba por el bosque encontro unos dulces con colores tan atractivos que se comió cuatro. De pronto, sintió algo extraño en su cuerpo: ¡le salieron alas!, y al verse en el reflejo del agua pudo ver que se había convertido en dragón. No podía regresar así a su casa.
Una libélula le dijo: «Esto te ha sucedido por desobedecer. Para deshacer el hechizo debes reunir cinco gotas de rocío del árbol más alto del bosque y ponerlas al sol; cuando se evapore el agua quedarán unos granos de sal que debes tirar al lago, y luego, tendrás que bañarte en él».
Ramón hizo todo lo que la libélula le dijo y al salir del agua pudo comprobar en el reflejo que ya no era un terrible dragón. Regresó a su casa, abrazó a sus padres y nunca más desobedeció.
RicardoAntonio Sosa
Adaptación 159 palabras