Reciclar para reutilizar

¿Sabes qué ocurre con el papel que ya no usamos? Todo el papel que se recolecta en contenedores especial para reciclar se lleva a grandes fábricas que producen papel nuevo a partir del viejo. Y para hacerlo necesitan grandes cantidades de agua y una enorme maquinaria.

En estas grandes máquinas el papel se deposita en los toneles de disolución donde se mezcla con mucha agua y algunas sustancias químicas que ayudan a romperlo en trocitos pequeños.

El siguiente paso se llama flotación y consiste es separa del papel toda la tinta con la que se ha manchado. Al quitarla se puede obtener un papel reciclado más blanco, aunque suele quedar levemente amarillento, por lo que a veces se blanquea con otra sustancia química.

Finalmente la pasta de papel se exprime, se prensa para darle la forma plana del papel y se seca. Pero aunque suene muy simple, en realidad se requiere de una máquina gigantesca, con gran cantidad de rodillos y prensas que aplastan la pasta y ayudan a exprimir el agua. Al final del proceso se termina de quitar toda la humedad del papel y se alisa.  Y el papel reciclado está listo para volver a ser utilizado.

Fuente: DPA