Sueño en cuatro patas

 

Seguro has escuchado muchas veces que necesitas dormir por lo menos ocho horas diarias para descansar y recuperar energías. Pero no todos los seres vivos dormimos la misma cantidad de tiempo, los caballos por ejemplo, solo duermen cuatro hora al día y no lo hacen de corrido, si no que las dividen en pequeños lapsos de tiempo.

Pero lo más sorprendente no es que duerman poco, sino que lo hacen parados, sí, se quedan inmóviles y van recargando su peso de una pata a otra. Esta forma de dormir les permite mantenerse alertas para detectar cualquier peligro y poder huir a tiempo. Eso sí, si se sienten en un lugar seguro y resguardado como un establo en una granja, se tiran de costado en el suelo y duermen a gusto.