Como si fuera la historia de una película con efectos especiales, en Tanzania se encuentra el lago Natron, que se caracteriza por una serie de condiciones no aptas para la mayoría de los seres vivos. Las aves que se sumergen en sus aguas, mueren, y sus cuerpos quedan calcificados en perfecto estado de conservación, como si fueran estatuas.

El nombre de Natron viene del natrón o carbonato de sodio, una sal que proviene de la ceniza volcánica acumulada en el Gran Valle del Rift. Esta sal hace que, en el lago, el agua alcance temperaturas de 60 grados centígrados y un nivel de acidez de 9 y 10 pH, lo que provoca que cuando los animales se sumergen en el agua, mueran y queden calcificados, convertidos en estatuas. Solo existe una especie de pez que sí se ha adaptado a las condiciones del lago, el Alcolapia alcalica. ¡Increíble!