¡Un segundo más!

Seguro que no lo notaste y lo cierto que es que la gran mayoría de personas en el mundo no lo hicieron, pero el pasado 30 de junio el día tuvo un segundo más. A medianoche, después de marcar las 23:59:59 UTC (Tiempo Universal Coordinado), los relojes atómicos de todo el mundo marcaron las 23:59:60 y apenas después saltaron a las 00:00:00.

Los científicos hacen esto porque la Tierra, a lo largo de muchos años, ha ido girando sobre su eje cada vez más lentamente. De esta forma se produce un desfase entre el tiempo real de rotación de la Tierra y el tiempo que marcan en todo el mundo los relojes atómicos, que son los relojes más precisos del planeta. Es como si tu reloj de pulsera estuviera adelantado.

Un segundo pareciera no ser mucho, pero si esa diferencia no se corrigiera, después de varios siglos el sol saldría cuando los relojes marquen las 12 del mediodía. Por eso, desde 1972 se aplica este segundo extra, llamado segundo intercalar. El ajuste se hace siempre el último día de junio o el último día de diciembre. El encargado de decidir cuándo se introduce el segundo adicional es el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia (IERS), que tiene su sede principal en la ciudad alemana de Fráncfort.

¿Sabías que…?

… Los relojes atómicos son los más precisos del mundo. Los átomos son las partes mínimas de las que se componen los elementos de la naturaleza. Todo está formado por átomos, también nosotros mismos.

Los relojes atómicos, inventados hace algo más de cincuenta años, se basan en el descubrimiento de que los átomos pueden cambiar su estado energético y este pase de un estado al otro genera vibraciones.

Los átomos del reloj atómico producen unas diez mil millones de vibraciones por segundo. El reloj tiene un contador de vibraciones y cada vez que se cumplen estas diez mil millones de vibraciones, registra el paso de un segundo. ¡Increíble!

Fuente: DPA