Una manzana podrida, pudre a las demás

Muchas veces hemos escuchado a nuestros abuelitos, papás o maestros decir el dicho «una manzana podrida, pudre a las demás» cuando se refieren a una persona que tiene un mal comportamiento y provoca que otros actúen igual. Y es que este dicho surge porque en realidad no hay nada más efectivo para pudrir la fruta que una manzana podrida. Pero ¿a qué se debe su efectividad?

Lo que provoca este efecto tan dañino cuando hay una manzana podrida es un gas que emiten las frutas al empezar a madurar, pero que la manzana produce en grandes cantidades cuando está demasiado madura o en proceso de putrefacción.

Este gas se llama etileno y es un hormona vegetal que liberan los frutos como las manzanas, las peras, los aguacates, plátanos y los kiwis.

Actualmente, la industria aprovecha esta propiedad de las frutas para su comercialización. Pues los frutos se recolectan cuando están formados pero no maduros para evitar daños durante el empaque y transporte. Después en cámaras de gas especiales son expuestos al etileno para que lleguen maduros al supermercado.