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El tacto

El tacto es uno de los primeros sentidos que desarrolla el ser humano que consiste de receptores ubicados en la piel, que cubre y protege la parte interna del cuerpo del ambiente, que permiten comunicar distintas sensaciones al cerebro a través de neuronas especializadas que pasan de los receptores cutáneos a los nervios espinales y craneales.

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El tacto es uno de los primeros sentidos que desarrolla el ser humano. Consiste en miles de receptores ubicados en la piel, el órgano que cubre y protege la parte interna del cuerpo del ambiente.  La piel permite comunicar diversas sensaciones al cerebro a través de neuronas especializadas que mandan las señales desde los receptores cutáneos a los nervios espinales y craneales.

 

La piel es parte del sistema tegumentario como las uñas y el pelo. Cumple tres funciones fundamentales para nuestra supervivencia: controla la temperatura del cuerpo por medio del sudor; protege el interior de bacterias, rayos ultravioleta y deshidratación y recibe estímulos por los receptores nerviosos.

 

La piel se compone de distintas partes:

 

Epidermis: parte delgada y externa de la piel que está cubierta de queratina (impermeable al agua). A su vez, está compuesta de cinco capas, tres de las cuales tienen capacidades regenerativas:

 

  • Estrato córneo: barrera contra la luz, calor y bacterias. Está compuesta de células muertas llenas de queratina.
  • Estrato lúcido: cubre las palmas de las manos y las plantas de los pies.
  • Estrato granuloso: tiene células con gránulos llenos de queratina cuyo núcleo está en distintas etapas de degeneración.
  • Estrato espinoso: tiene de 8 a 10 capas de células poliédricas (células que se unen entre sí sin dejar espacios, como si fuera una capa de concreto).
  • Estrato basal: lugar donde nacen las células que forman el resto de capas.

 

Dermis: parte de la piel que tiene elementos que dan vida a esta, como vasos sanguíneos, nervios, glándulas sudoríparas y sebáceas, fibras elásticas y receptores sensitivos.

 

Hipodermis: es la región subcutánea que es rica en grasa y vasos sanguíneos. Se encuentra debajo de la dermis y es espesa, resistente y elástica.

 

Las partes más sensibles de la piel son las manos, los labios, la nariz y las mejillas, mientras que las menos sensibles son el hombro, la pantorrilla, la espalda y el muslo.

El color de esta depende de la melanina producida, que protege de los rayos solares. Mientras más oscuro es el tono de piel, más melanina contiene y mayor es la resistencia a los rayos solares.

 

Sentido del tacto
Foto: Archivo